La Transformación Digital está en boca de todos y no es para menos, ya que es algo que afecta de manera transversal a todos los negocios. Según un estudio de PwC, solo un 23% de los despachos profesionales ha empezado a implantar la transformación digital en sus negocios, una cifra que alerta de la necesidad de trabajar más en este asunto. En ocasiones, no obstante, pueden surgir algunas dudas y creencias erróneas sobre qué es realmente la Transformación Digital que nos dificultan ponernos manos a la obra. Por ello, hemos recopilado cuatro creencias habituales en la Transformación digital de los despachos profesionales:
Tabla de contenidos
4 creencias erróneas sobre la Transformación Digital en los despachos profesionales
1.Creer que solo se trata de adquirir tecnología
Es habitual pensar que con adquirir nuevas tecnologías que se puedan aplicar a nuestro negocio, todo el trabajo ya está hecho. La verdad es que la adquisición de una tecnología siempre debe estar ligada a una estrategia y seguir un claro propósito. Debemos analizar por completo la cadena de valor de nuestro negocio e identificar en qué puntos puede ayudar la adquisición de una tecnología concreta a mejorarla.
Por otro lado, la Transformación Digital abarca la gestión integral de nuestro negocio, cambia la forma de trabajar de todos los miembros y también cambia la forma de ofrecer los productos y servicios. Hay muchas tareas que se pueden derivar a las máquinas, pero tenemos que tener claro que la tecnología es la vía para conseguir nuestros objetivos y no un fín en sí mismo. Tenemos que adquirir herramientas tecnológicas que permitan una mayor productividad, competitividad, ahorro de costes y tiempo y, en definitiva, permitan al abogado adquirir más conocimiento legal y centrarse en el cliente, alrededor del cual gira el cambio a este paradigma digital.
2. Creer que solo es necesaria para grandes empresas
Una creencia muy común es la de pensar que la transformación digital solo repercute en grandes e internacionales despachos profesionales, y que aquellos más pequeños están condenados a seguir el modelo tradicional. Las pequeñas y medianas empresas también tienen que adaptarse, ya que también pueden perder competitividad de no hacerlo y ese puede ser el factor diferencial frente a la competencia. Además, el precio de la tecnología necesaria para iniciar la transformación está al alcance de todos los negocios, sea cual sea su longitud o cartera de clientes, por tanto la inversión para acometer este proceso ya no es una excusa para no hacerlo.
3. Creer que solo se tratar de vender online los mismos servicios de siempre…
En ocasiones, es habitual comprobar cómo los despachos se consideran transformados al abrir la página web del despacho o empezar a tener presencia en redes sociales. Pese a que el factor social es imprescindible en la transformación del despacho, no es, ni mucho menos el único factor transformador. Como ocurre al adquirir tecnología, hacer nuestro negocio más social nos aportará más clientes pero debe de haber detrás una estrategia de captación de Leads que requiere, entre otros procesos, analizar el negocio, el servicio y lo que el cliente espera de él. En definitiva, se trata de un aspecto estratégico que debe de ir de la mano de una estrategia y planificación definida y, por tanto, ir también de la mano en nuestro plan de Transformación Digital.
4. Creer que la Transformación Digital conlleva sustituir a los abogados por máquinas…
Como ya hemos comentado, la tecnología es el camino para enriquecer el trabajo del abogado y el objetivo no es sustituirlo. Es cierto que las máquinas están empezando a llevar a cabo tareas impensables hace unos años, pero éstas han repercutido en la productividad, el tiempo y el esfuerzo del trabajo diario de los abogados y no en sustituir su trabajo.
Es importante adaptarse a este nuevo paradigma digital y entender que, ahora más que nunca, es el cliente el que está en el centro de todo. Share on X
La tecnología, entre otros procesos incluidos dentro de la Transformación Digital, nos permitirá atender a los clientes y hacer despegar nuestro negocio ante este y otros retos de hoy en día.
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