La receta del buen abogado

Tanto si ya eres abogado como si estás empezando, esta guía práctica te encantará.

Si te preguntas cuáles son las características que acostumbran a tener los abogados, te hemos preparado un resumen de aquellos puntos claves que vas a tener en tu día a día y algunos trucos que esperemos que te sean de utilidad:

1.- Sitúate en los principales buscadores de abogados de tu zona. Cuanta más presencia en la red y portales de búsqueda de abogados tengas, mucho mejor.

2.- Publicítate. No, no hace falta que te pongas un cartel para andar por la calle, pero cuanta más gente conozca de tu profesión, más clientes potenciales tendrás. La presencia en redes sociales profesionales te ayudará, pero el «boca a boca» como método tradicional es infalible, ¡Sal a buscar clientes! El turno de oficio puede ser un buen sitio para empezar a hacer clientes.

3.- Especialízate. Especializarse en un tema concreto es un buen mecanismo para reducir la competencia. Cuanto más sepas sobre una materia, más casos podrás llevar sobre la misma. Muéstrate como un abogado resolutivo. Plantea casos y soluciones.

4.- Mantén una buena relación con tus compañeros. No olvides ser cordial con los colegas, aunque sean contrincantes! Mantener el contacto con los compañeros de la facultad te puede ser muy útil. Nunca sabes cuándo puedes necesitar contactos.

5.- Abogado se nace, no se hace. Olvídate del horario de 9 a 15 h. Serás abogado las 24 horas del día, tu naturaleza te lleva a ello. Eso sí, intenta no llevarte las preocupaciones a casa.

6.- Experto en todo. Acostúmbrate a que todos tus familiares y amigos crean que eres experto en todas las ramas del derecho. Prepárate para las preguntas del «trivial legal» más diversas que te puedas imaginar.

7.- Empatiza. Crear un ambiente propicio para que el cliente pueda explayarse puede ayudarte. Déjale hablar. Mantén una actitud de escucha activa y no emitas juicios de valor antes de tiempo. Deberás ser «psicólogo» en algunos momentos, pero no olvides tu profesionalidad.

8.- No olvides nunca de quien es el pomo de la puerta. Si quieres evitar que los clientes acampen en tu despacho, sé firme a la hora de la despedida y corre para coger tu primero el pomo de la puerta.

9.- Cuidado a la hora de redactar demandas y otros escritos. Vigila las faltas ortográficas. Estar actualizado es la clave. Las sentencias prehistóricas no valen. Recuerda que menos es más, no escribas demasiado, corres el peligro de acabar redactando frases demasiado largas y sin sentido.

10.- Si eres un novato, no tengas miedo a la hora de afrontar tus primeros juicios. Estudia, prepárate y ten confianza en ti mismo.