Hoy, 26 de abril de 2016, se cumplen 46 años del día que entró en vigor el Convenio de la OMPI y desde entonces, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual constituye una oportunidad para reconocer el trabajo de artistas y creadores, para recordar cómo el sistema de Propiedad Intelectual contribuye al florecimiento de las artes y al desarrollo del pensamiento de las sociedades, así como al fomento de la innovación tecnológica que poco a poco va transformando nuestro mundo.
Precisamente este año, la OMPI ha escogido como tema central del Día de la Propiedad Intelectual “el futuro de la cultura en la era digital”: la manera en que se crea y se accede a ella y la manera en la que se financia.
Cuando hablamos de Propiedad Intelectual es inevitable hacer referencia a las nuevas tecnologías; por la gran revolución que representan tanto para la cultura como para el derecho. Internet no sólo se ha convertido en una herramienta de valor inestimable sino que, al mismo tiempo, proporciona a los creadores y a las industrias culturales nuevos horizontes de distribución, comunicación y financiación.
En el mismo sentido, el proceso de adaptación de la normativa en materia de Propiedad Intelectual ha de ser capaz de adaptarse a los cambios que trae consigo internet; combinando la promoción de las industrias creativas y culturales con la salvaguarda de los derechos de autor. La última reforma de la Ley de Propiedad Intelectual española ya ha dado los primeros pasos en este camino, apostando por aprovechar las nuevas posibilidades que el mundo digital ofrece y haciéndolas compatibles con la salvaguarda de los derechos de Propiedad Intelectual.
