El Transatlantic Trade and Investment Partnership, más conocido como TTIP, es un acuerdo de libre comercio que empezó a negociarse a principios del año 2013 entre las instituciones de la UE, los representantes europeos y los Estados Miembros.
El TTIP gira en torno a tres ejes: la eliminación de las barreras arancelarias actuales y como consecuencia la liberalización del mercado, la limitación de la libre competencia entre los mercados y un conjunto de reglas globales destinadas a armonizar y compatibilizar legislaciones.
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Tabla de contenidos
Alcance del TTIP
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Área geopolítica de alcance
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Agentes implicados
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Principales críticas
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1. Alcance del TTIP
El Tratado de libre comercio se vertebra sobre tres pilares: la liberalización del mercado mediante la supresión de aranceles, los aspectos regulatorios y un conjunto de reglas globales.
A) Liberalización del mercado mediante la supresión de aranceles
- Eliminación de aranceles en el comercio bilateral (UE – EEUU), con el objetivo de lograr un alto nivel de liberalización en materia de servicios e inversiones.
- La creación de un mercado transatlántico de contratación pública, de manera que las empresas localizadas a ambos lados del Atlántico puedan competir.
B) Aspectos regulatorios
Con el objetivo de que las diferencias en la normativa de los estados firmantes no dificulten las exportaciones, el TTIP:
- Incluye la compatibilidad, armonización o equivalencia de normas técnicas, medidas sanitarias y fitosanitarias que permitan a los estados firmantes reducir costes para los exportadores y mejorar la competitividad en el mercado.
- Fijación de estándares que las mercancías de uno y otro lado del Atlántico deban cumplir de manera que se agilicen los procedimientos de aprobación o registro de productos.
C) Conjunto de reglas globales
Fijación de normas que afecten y armonicen ámbitos como el de la Propiedad Intelectual, de las inversiones, del desarrollo sostenible, de las PYMES, del derecho de la competencia o del comercio de energía, entre otras.
2. Área geopolítica de alcance
Las partes negociadoras e implicadas en el Tratado de libre comercio son Estados Unidos y la Unión Europea que en total representan el 40% del PIB mundial y un tercio del comercio internacional.
Con el TTIP se crearía, posiblemente, el área de libre comercio más grande del planeta.
3. Agentes implicados
A) Unión Europea
Comisión Europea
La Comisión Europea es el órgano encargado de proponer nuevas normas, después serán el Parlamento y el Consejo quienes las adopten. Posteriormente, la Comisión Europea y los Estados Miembros las aplicarán, la última función de la Comisión es velar por su cumplimiento.
La Comisión, como principal órgano negociador y organizador de la política comercial de la UE, durante las negociaciones del TTIP tiene el poder de consultar, tanto al Parlamento como a los distintos agentes sociales y económicos. En la actualidad, se ha reunido más de un 80% de las veces con los representantes de grandes empresas y sólo un 10% con representantes de la sociedad civil.
Parlamento Europeo
El Parlamento es el órgano de representación de los ciudadanos de la UE y es elegido directamente por ellos. Después de la proposición de nuevas normas, por la Comisión Europea, es el Parlamento junto con el Consejo quienes las aprueban.
En el proceso de debate y aprobación de nuevos Tratados, el Parlamento puede proponer recomendaciones a la Comisión para su inclusión en el texto final, ésta puede recogerlas o no.
Finalmente, y una vez terminada la etapa de negociaciones, el Tratado ha de ser ratificado o rechazado en su totalidad por el Parlamento (no puede realizar enmiendas al texto, sólo recomendaciones).
El Consejo Europeo
El Consejo, formado por los presidentes de la totalidad de países miembros de la UE, tiene la potestad de adoptar las normas que se proponen desde la Comisión, junto con el Parlamento.
El papel del Consejo en el TTIP ha sido fundamental, ya que fue quien redactó el mandato que daba luz verde a la Comisión para negociar el TTIP.
B) Lobbies
Los lobbies empresariales o grupos de presión son uno de los grandes agentes de la escena política europea.
Durante el período de negociación del TTIP han sido uno de los actores principales al protagonizar la mayoría de las reuniones con la Dirección General del Comercio.
C) Sociedad civil
La sociedad civil también está participando activamente en el debate sobre el TTIP, pese a las escasas oportunidades que les brinda la Comisión Europea, desde el movimiento #StopTTIP que incluye diversos agentes sociales europeos y estadounidenses.
4. Principales críticas
A) Falta de transparencia tanto en las negociaciones como en el texto
La consulta del contenido de los diversos textos que integran las negociaciones en torno al TTIP queda reservada a determinados eurodiputados inmersos en el proceso de negociación y deliberación. De manera que la mayoría de la ciudadanía no conoce con exactitud el contenido del Tratado ni de las negociaciones.
B) Privatización de servicios
El grado de liberalización de servicios que la Comisión Europea negocia con EEUU es comparable al contenido de las negociaciones entre la UE y Canadá (CETA) y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA). Los acuerdos alcanzados tras estas deliberaciones pueden crear un entorno más favorable para la privatización de servicios públicos; bloqueando la capacidad de los gobiernos de municipalizar o crear nuevos servicios públicos y restringiendo la capacidad de los gobiernos para legislar en materia laboral, ambiental y de protección de los consumidores.
C) Cambios en los derechos sociales, laborales y ambientales
Uno de los pilares del TTIP es la equiparación de las normativas europeas a las Estadounidenses. Ésto podría significar una rebaja de derechos, puesto que EEUU tiene, por lo general, peores estándares ambientales y laborales que la UE.
D) Nueva versión del ISDS
El TTIP incluye la creación de un tribunal de resolución de disputas entre inversores y estados, que sustituirá al actual sistema de arbitraje (ISDS). Éste es, probablemente, uno de los aspectos más criticados del polémico acuerdo ya que la mayoría de fuerzas de la eurocámara considera que blinda a las multinacionales al permitirles demandadar a los estados ante tribunales arbitrales y no ante justicias nacionales.
