Más allá de los cambios legislativos y de la clausura judicial de numerosas páginas web, por incluir enlaces que ofrecían acceso gratuito a productos protegidos por derechos de autor, gran parte de los delitos contra la propiedad intelectual se han desplazado hacia nuevos espacios como las redes sociales.
Las herramientas de streaming de Facebook (Facebook live) o de Twitter (Periscope) se han convertido en el nuevo soporte de este tipo de piratería que afecta, principalmente, al mundo del fútbol.
En estos casos, ¿es adecuado optar por la vía penal en busca de responsabilidades?
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